Colegio Oficial Farmacéuticos Asturias

Durante más de medio siglo, el Sintrom ha sido el fármaco anticoagulante por excelencia. Cualquiera que sufriera una fibrilación auricular (la tradicional arritmia coronaria) o que hubiera sido víctima de un ictus o presentara riesgos de padecerlo acababa en manos de las pastillitas blancas del acenocumarol, principio activo del Sintrom. En España lo han tomado pacientes de varias generaciones hasta que hace unos pocos años irrumpieron unos fármacos innovadores, igual de efectivos pero con menos efectos secundarios, pero también mucho más caros. Cuestan entre 80 y 96 euros frente a los escasos 3 euros del Sintrom.

Cientos de afectados reunidos ayer en Oviedo, en el marco de unas jornadas organizadas por la Federación Española de Pacientes Anticoagulados y celebradas en el Colegio de Farmacéuticos de Asturias, denunciaron trabas en el acceso a estos nuevos medicamentos. Así lo aseguró el vicepresidente de la entidad, Rafael Martínez. Asegura que en España al menos un tercio de los pacientes con arritmias deberían ser tratados con anticoagulantes innovadores, «pero apenas un 8% los recibe porque las comunidades tienen muy acotada la prescripción por motivos económicos», indicó. Habla Martínez de los fármacos cuyo principio activo son el Pradaxa, Eliquis, Xarelto y Lixiana. «En estos momentos las comunidades tienen bloqueados estos fármacos y los dan a cuenta gotas», afirmó.

En cuanto al conocido Sintrom, Martínez recordó a los pacientes la necesidad de someterse a controles hematológicos periódicos, «ya que es un medicamento que tiene muchas interacciones con otras medicinas como antibióticos y antiinflamatorios, pero también con muchos alimentos, en especial las verduras de hoja ancha, como las espinacas, la acelga, el brócoli y las coles». En Asturias se estima que 25.000 personas están sujetas a tratamientos con anticoagulantes.