Colegio Oficial Farmacéuticos Asturias

P. Á. Inmaculada López González es una de las responsables del ciclo de conferencias sobre el dolor, organizado por el Colegio de Farmacéuticos de Asturias. Las sesiones se desarrollan hasta el próximo 28 de abril. Boticaria en Avilés, Inmaculada López es vocal de oficina de farmacia de la corporación colegial y máster en atención farmacéutica comunitaria.

-¿Cuáles son los tipos de dolor más frecuentes?

-La fuente más fiable es la Encuesta de Salud para Asturias del año 2012. Señala que entre las enfermedades crónicas más frecuentes están la artrosis, los dolores de espalda cervicales o lumbares, las migrañas y las cefaleas. Entre las mujeres, el porcentaje es casi el doble que en hombres. A mayor edad, mayor prevalencia. Casi la mitad de la población mayor de 65 años padece alguna de estas enfermedades. Aproximadamente el 60 por ciento de los pacientes que acuden a una consulta médica refieren dolor.

-¿Cómo se mide el dolor?

-Dada la complejidad y la diversidad del dolor, y de modo especial su carácter subjetivo, es difícil cuantificarlo. Sin embargo, resulta imprescindible a la hora de diagnosticar y tratar las causas que lo producen, y de valorar el efecto de los medicamentos y los procedimientos destinados a paliarlo. Tiene que ser el propio paciente quien lo valore.

-¿Cómo?

-Existen diferentes escalas, las más utilizadas son las verbales y visuales.

-¿En qué consisten?

-En la verbal, el paciente expresa la intensidad de su dolor, valorándolo desde la ausencia del dolor hasta el dolor insoportable. La visual analógica consiste en una línea de 10 centímetros que representa de forma continua de la experiencia dolorosa. El paciente debe marcar con una línea el lugar que corresponde la intensidad de su dolor. Es la más validada. Para valorar la evolución de un paciente debemos utilizar siempre la misma escala.

-¿Cómo evolucionan los tratamientos?

-Hay una gran variedad de fármacos susceptibles de ser utilizados para la prevención o el alivio del dolor. Actúan a través de mecanismos muy diversos: analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos (AINE), analgésicos y antiinflamatorios tópicos, analgésicos opioides... En ocasiones, deberán utilizarse también "coadyuvantes". Son fármacos cuya acción farmacológica principal no es la analgesia pero que, debido a su mecanismo de acción particular, pueden utilizarse en determinados casos de forma complementaria: corticoides, antidepresivos, anticonvulsivantes... Es tarea del médico diagnosticar y tratar el dolor. Para ello valorará la historia clínica del paciente, la exploración física, las características del dolor y su intensidad. En ocasiones serán necesarias pruebas complementarias.

-¿Y tratamientos no farmacológicos?

-Tenemos la termoterapia (calor, frío), electroterapia (TENS, láser, acupuntura), masajes, ejercicio, reducción de peso, apoyo psicológico... La utilización conjunta de tratamientos farmacológicos y no farmacológicos aumenta las posibilidades de éxito en el tratamiento del dolor, especialmente en el dolor crónico.

-¿Cuál es el papel del farmacéutico?

-Las preguntas sobre el dolor y los fármacos utilizados para su tratamiento son uno de los motivos más habituales de consulta en las farmacias. Nuestro trabajo será distinto en función de que el paciente acuda a la farmacia con una receta para un tratamiento del dolor o bien solicitando "algo" para el dolor. Cuando una persona acude a la farmacia a solicitar "algo para el dolor", estamos ante un servicio de indicación. Los antiinflamatorios no esteroideos que se utilizan habitualmente para dolor leve o moderado tienen efectos secundarios bien conocidos y debe buscarse el equilibrio entre analgesia y posibles efectos secundarios. No todos los analgésicos son adecuados para todos los pacientes, así que es importante que sean el médico o el farmacéutico quienes escojan el más adecuado para cada persona.